LA NOCHE ETERNA

0

Ana había convivido con sus padres poco tiempo, desde pequeña la alejaron mandandola a casa de unos familiares. Siempre se preguntaba el porqué la separaron de su madre y su hermana mayor. Esta última se quedo al cuidado de su progenitora en aquella pequeña villa en la que vivían, mientras que ella se fue a la gran ciudad para terminar sus estudios.

Ahora ya había completado su formación y nadie la detendría, a fin de convivir con sus seres queridos todo el tiempo perdido en estos años, pues solo las veía en ocasiones especiales y siempre era por vía telefónica la comunicación con ellas.

Decidió darles una sorpresa y no informar su visita. Cuando llegó a la villa, notó algo que no recordaba de pequeña, no encontró ni un alma por las calles, estaba casi desértico. Había llegado a la estación de autobuses y tuvo que ir caminado hasta su hogar, ya que no hallo ningún taxi y las personas que había visto a lo lejos se metían en sus viviendas cerrando las ventanas a su paso.

Después de una hora deambulando y cubierta de sudor estaba en la puerta de su casa, por un momento recordó el ahincó que siempre tenía su madre por meterla en el domicilio cuando era pequeña apenas empezara a oscurecer.

Al fin abrieron la puerta, se topo con su hermana demacrada y con un color de piel blancuzco. Ana la abrazó y ella comenzó a temblar. Al principio pensó que era por la emoción de verla pero después descubriría el por que.

La llevó hasta la habitación donde se encontraba su madre y su asombro fue ver que no había cambiado su aspecto, parecía que el tiempo no hubiera pasado para ella. La abrazo y le dio un beso pero ni habló ni se movió, entonces vio el miedo en los ojos de su hermana ante la reacción de su mamá.

La llevó a la cocina y en lugar de preguntarle por su vida, le cuestionó su llegada sin avisar. Le explicó que no iba a estar mucho tiempo, solo deseaba saber de ellas y celebrar juntas su recién carrera. También quería dialogar con su hermana sobre la opción de meter a su progenitora en un lugar para personas enfermas y así poderse liberar y volver con ella a la ciudad. Solo una lágrima cayó por su mejilla.

Se alojo en su antigua habitación e intento descansar. Unos ruidos en la parte superior la despertaron, era ya de noche, y no había nadie en la vivienda.

Al asomarse al pórtico de la casa, vio a su madre volando, sus uñas parecían garras, sus ropas eran negras y largas, arrugada y reseca con ojos velados y dientes podridos. En su rostro verrugas grandes y exhalaba un aliento verde. Una carcajada hizo que se le erizara la piel. Era una bruja.

Pensó que todo era un sueño y solo quería despertar.

De repente alguien le tocó el hombro, era su hermana que le decía que debía regresar a la ciudad, porque pronto sería la noche eterna y ya no podría escapar de allí.

Al parecer su madre era la hechicera del lugar y al llegar la luna llena al pueblo, todas las nigromantes de la región se juntarían a lo que sería la llamada eterna y ella estaba marcada como la sustituta de su madre y por eso había sido alejada de la villa de niña.

Solo una podía ser la sucesora y si estaban las dos una debía morir. Al día siguiente retorno a la ciudad y nunca más volvió a la villa que algún día fue su hogar.

Yolanda Tutusaus Linares

(Relato ganador del “Concurso de Relatos sobre Halloween” de octubre de 2023, organizado por La Liga de Autores y ANUNCIAR Informa), para conocer más sobre la autora este es su instagram @_elrincondebella_)

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios